Lugares. Faro de Punta Nariga

Sobre un abrupto acantilado, golpeado por el mar e insistentes temporales, en plena Costa da Morte, se encarama desde 1998 el faro más moderno de Galicia, el Faro de Punta Nariga, en Malpica, Galicia, entre las “illas Sisargas”, el “cabo de San Adrián” y la “punta do Roncudo”.

Sus veintidós millas náuticas de alcance luminoso son de luz blanca sobre una torre cilíndrica de cantería que brilla a veintiocho metros del suelo y a cincuenta sobre el mar. El cilindro de la torre está construido con granito rosa de Porriño.

Fue construido en base al diseño del arquitecto César Portela.

El conjunto edificatorio se estructura en cuatro cuerpos bien definidos. 

• El primero lo constituye una plataforma de acceso público, a modo de basamento de planta triangular. 
• El segundo cuerpo, de forma prismática y base también triangular, inscrita en la anterior, alberga los cuartos de instalaciones y de almacén, en la primera planta, y las dependencias del farero, en la planta superior. La cubierta plana se convierte en una plataforma-mirador elevada siete metros sobre la anterior. 
• El tercer cuerpo lo constituye el fuste, un volumen cilíndrico de planta circular de 5,50 m. de diámetro exterior y 25 m. de altura. 
• El cuarto, situado en lo más alto coronando el conjunto, lo conforma la linterna.

Orientado al oeste, se presenta como la proa de un barco que surca las aguas, una escultura de bronce “O Atlante”, particular estatua del artista Manolo Col, tallada en 1994, cuya figura se debate entre el humano y la forma de una gaviota como un ave a punto de volar.

Encuadrado en un entorno mágico y poderoso en sensaciones, el faro domina un escenario de indómita naturaleza, al tiempo que guía y protege con su presencia lumínica en la rigurosa oscuridad de la noche.