To be, or not to be? o... cómo decidir con eficacia.

Decidir no es fácil, pero desde que abrimos los ojos por la mañana y hasta que vamos a dormir por la noche estamos constantemente tomando decisiones.

¿Me levanto ahora mismo o 5 minutitos más?

¿Tejanos o algo más formal?

¿Un bocadillo o un café?

¿Bajo a pie o cojo el ascensor?………

Y así hasta el infinito.

Lo más curioso es que nunca sabemos si una decisión es correcta o no hasta que la tomemos. Algunas no parecen muy trascendentes, como decidir qué ropa nos vamos a poner o qué vamos a comer, y otras, como decidir qué vamos a hacer y qué no, determinarán nuestro futuro inmediato y prepararán el terreno para otras decisiones más importantes que fijarán el rumbo que tomará nuestra vida.

Incluso no hacer nada con respecto a un problema es también una decisión. ¿Recordáis la película Sliding Doors, protagonizada por Gwyneth Paltrow? Es increíble como incluso una pequeña decisión puede cambiar nuestra vida (en la película, la protagonista duda entre recoger una muñeca que se le ha caído a una niña y perder el tren, o coger el tren sin ayudar a la niña; cada decisión genera una secuencia de acontecimientos muy diferente).

Por definición la toma de una decisión implica a su vez una renuncia y siempre conlleva la posibilidad del error.

Ese riesgo puede conducirnos a la trampa de la indecisión. Trampa porque, paradójicamente, no se puede no tomar decisiones. El hecho de hacerlo es en sí una decisión con la que entregamos el control de nuestro futuro a los demás y/o a las circunstancias de nuestro entorno.

Os ofrezco unas sugerencias que os permitan accionar positivamente en este sentido y reducir así los posibles errores .

1. Preocúpate por decidir bien más que por acertar . Decidir bien no es lo mismo que acertar.

Céntrate en ti, en el motivo que tienes para tomar esa importante decisión que necesitas, y no le pidas opinión a nadie.

Sabías que "El camino del infierno está empedrado de las mejores intenciones". Eso quiere decir que una aparente buena decisión, tomada por un amigo o amiga, y no por ti, te podría llevar al fracaso.

No delegues, sé responsable de tu vida.

2. Elige en el momento oportuno y en el lugar oportuno.

Sin dudas, en la vida hay un momento para todo. No te apresures pero tampoco pospongas. Como sucede con cualquier

3. Asume el margen de error ¡y actúa!

Cuando te llega la hora de tomar una decisión importante, recuerda que el miedo puede llegar a paralizarte. Sólo acéptalo, ¡y actúa! Ya estás en el momento óptimo, ya estudiaste los motivos, la necesidad, el deseo que te llevan a actuar y ahora, ¡decide! ¡elige!

Decide sabiendo que quizá te equivoques. No pasa nada. Las lecciones que te traerá tu decisión, serán seguramente las que necesites en esa nueva etapa de la vida. Todo pasa por algo. Todo es por y para algo. Agradece a la vida esas otras oportunidades que te ofrece, y mira hacia adelante, confiadamente, disfrutando de tus decisiones, como mereces.

A continuación os facilito un link que os permitirá completar el tema mostrándolo desde un ángulo divertido. Y es que Sheena Lyengar estudia cómo elegimos... y cómo nos sentimos sobre las elecciones que hacemos. En TEDGlobal, habla tanto de elecciones triviales (Coca Cola vs Pepsi) como de elecciones profundas, y comparte su revolucionaria investigación la cual revela algunas sorprendentes posturas sobre nuestras decisiones.

https://www.ted.com/talks/sheena_iyengar_on_the_art_of_choosing/transcript?language=es