Calatañazor (Soria), o... ¡Hasta dónde se puede llegar con una buena caligrafía!

Algo que todos nosotros vemos como hechos que se produjeron en "otro mundo" y que no tiene ninguna relación con nuestras vidas, ha supuesto lo que ahora nuestra sociedad es. Me refiero al hundimiento del Califato de Córdoba, en la Península Ibérica, a comienzos del siglo XI. Muchos siglos han pasado pero todo está concatenado.

Yo veo bastante similitud entre los problemas por los que atraviesa la Europa actual del siglo XXI y los movimientos sociales del siglo XI, guardando las distancias. "Sólo han transcurrido mil años" y nos seguimos comportando de la misma manera. 

Los inicios del siglo XI en los territorios árabes en España se caracterizaron por desórdenes que, tomaron aún más fuerza, a la muerte del califa Al-Hakam II. Estos desórdenes condujeron a un violento golpe de estado (978) de uno de los nombres más temidos y con resonancias terroríficas a lo largo de los siglos, Almanzor, cuya traducción sería, El Conquistador, o el Victorioso. Este personaje  pertenecía a la pequeña nobleza. Comenzó su carrera como un sencillo escribiente con muy buena caligrafía. Su inteligencia y habilidades, también caligráficas, le hicieron ir escalando en la administración hasta llegar a dirigir el tesoro  y, el otro tesoro, el del harem. Se dice, según las malas lenguas, que tenía una íntima amistad con la favorita del califa, la bella navarra, Subh.

Almanzor se nombró jefe del califato y defensor de la ortodoxia religiosa. Para ello, reclutó un ejército de bereberes procedentes del Mogreb. Estas prácticas de tirar del primo de zumosol les traería, a los andalusíes y a los cristianos más de un problema.

Su política fue estabilizar las fronteras con los cristianos, atacando, mediante continuas aceifas, que eran razias o incursiones en territorio enemigo y que, por aquel entonces estaba compuesto por diversos reinos cristianos. En 981 atacó Zamora, en 985 Barcelona, en 987 Coimbra, en 988 León y, en 997 Santiago de Compostela, ciudad donde ya se veneraban los restos del apostol Santiago. Es famoso el hecho de que hiciera transportar las campanas de la Catedral de Santiago de Compostela a hombros de cautivos cristiano hasta Córdoba, donde se utilizaron como lámparas en la mezquita. Tal mareo a las campanas acabó cuando Fernando III el Santo conquistó Córdoba y las restituyó a su catedral, esta vez, a hombros de cautivos musulmanes. Eran tan bestias los unos como los otros y, donde las dan, las toman.

Los conflictos étnicos, las aspiraciones de los líderes locales, las diferencias y disputas entre grupos sociales, llevarían al Califato a la disgregación total y la creación de 20 estados más pequeños, los conocidos Reinos de Taifas. Yo no sé vosotros, pero este último párrafo, sin referencias históricas, perfectamente se podría utilizar  al presente y a un hipotético futuro si seguimos en la desunión, vease Brexit, Le Pen, Liga Norte, Cataluña, etc. Sigue estando vigente el "divide y vencerás". Hemos de estar muy alerta cada uno de nosotros sobre las noticias falsas "fake news" y las medias verdades. En general ya no ahondamos buscando la verdad. Nos estamos quedando en los titulares, y eso, no es un buen presagio.

Europa se encuentra cada vez más dividida entre sus países miembros y, tanto a Estados Unidos, como a Rusia o China, les interesa que la potencia europea se disgregue y pierda esa fuerza económica y moral que, hasta la fecha, continúa manteniendo. 

Pero sigo con el hilo de Almanzor y os acompaño fotos de una bella población donde encontró, según la leyenda, nuestro ínclito Almanzor su fin, "Calatañazor, donde Almanzor perdió su tambor". 

Al acercarse a esta villa medieval, os llamará la atención su situación, sobre una zona elevada plana. La hoz donde se encuentra debió de hacerla difícil de conquistar, llamando a su fortaleza "castillo de las águilas" nombre que podría derivar del nombre árabe Qal at an-Nusur. Desde sus murallas se contempla la llanura  llamada "Valle de la Sangre". ¡A saber la que se debió de liar en esos parajes!

No está muy claro que esa famosa batalla se llegara a producir, lo que sí está documentado es que el caudillo árabe cayó enfermo (1002) y acabó muriendo en otra población soriana, Medinaceli. 

La política que llevó a cabo Almanzor requirió de unos recursos militares y económicos muy elevados que no debían corresponderse con el botín capturado a los cristianos. Tras la muerte de este, el poder alcanzado, ninguneando al califa hizo que los partidarios de los Omeyas, familia que ostentaba sobre el papel los destinos de Al-Ándalus, se revolviera y acabara asesinando al hijo de Almanzor, llamado Sanchuelo.  Y, por último, lo que produjo es la unión de los desunidos cristianos que, a la postre fueron reconquistando poco a poco, aunque aún les quedarían siglos por delante, todo el territorio peninsular.

Se dice que los pueblos que pierden su memoria histórica están condenados a repetir sus errores. Aprendamos sus lecciones y no caigamos en ellos.

Volviendo a tierras sorianas y, por cambiar de aires. En los alrededores de Calatañazor se encuentra el Sabinar mejor conservado del mundo. Es una reliquia del Terciario y es una de las pocas masas arbóreas de esta especia  cuyo tamaño es poco usual.