Conga fantasma en la catedral

España cuenta con un gran número de catedrales de gran belleza, pero, en lo referente a catedrales góticas, la de León, para mí, se lleva la palma. 

Fue construida en un tiempo record, en un pis pas para lo que se solían tardar en su construcción, 85 años, año arriba año abajo, y en tan corto espacio de tiempo, no hubo cambios significativos en el estilo constructivo.

La Catedral de Santa María de Regla de León, que es así como se llama con nombre y apellidos, fue el primer monumento declarado como tal en España. El motivo, se venía abajo y había que hacer algo efectivo, y ese algo pasaba por declararla monumento para que pudiera tener los medios económicos suficientes para su rehabilitación.

Comenzó a construirse en el siglo XIII en estilo gótico como os comenté y con clara influencia francesa. Es conocida como la Pulchra leonina, es decir, la Bella Leonesa. Se encuentra en pleno Camino de Santiago y, entrando por la calle ancha, no la ves hasta que no la tienes encima. ¡Es sorprendente!

Fue construida sobre unas antiguas termas romanas que ocupaban un espacio mayor que el de la actual catedral, "termas olímpicas podríamos llamarlas". Posteriormente el rey Ordoño II mandó construirse un palacio  en el mismo espacio, y que más tarde donó a la iglesia para la edificación de un templo. Vete tú a saber si esa generosidad no se debió a la falta de estabilidad del palacio y quitarse un muerto de encima.  Se ve que los constructores de aquellos siglos no debieron tener en cuenta lo importante de edificar sobre una base sólida y, durante 50 años, estuvo parada la obra antes de arrancar, "también muy español". 

Hay que decir que hubo otras anteriores a La Pulchra, de estilo románico.  La verdad es que no se pensó en exceso para que pudieran disfrutarla sus generaciones venideras. La catedral está construida en piedra de Boñar, una roca que se extrae de unas canteras cerca de la localidad leonesa del mismo nombre. Esta piedra se trabaja muy bien, pero, también se deshace muy bien, con lo cual, precisa que se vayan sustituyendo los bloques de piedra para que no se desmorone. Esto hace que a la vista se aprecie perfectamente dónde se han sustituido. A modo de ejemplo, en cuanto a esta fragilidad de la piedra, os diré que la escultura de la Virgen que veis en la foto superior izquierda es una copia que sustituyó a la actual, que se encuentra a cubierto de la meteorología en la capilla de la Virgen Blanca. En la foto que le acompaña debajo, comprobaréis, en otras esculturas no sustituidas, cómo el tiempo va deteriorando esta piedra, ¡lástima!

Como en aquellos tiempos eso de "la formación académica de los niños y adultos" era algo que no se llevaba, casi nadie sabía leer y escribir, así que, de manera muy práctica, la arquitectura eclesiástica era como un inmenso Cómic que mostraba, a través de imágenes, las historias que se deseaban contar. Por ejemplo, en la foto superior, se narra como los pecadores acababan sus días siendo arrojados a grandes calderos y devorados por monstruos. En cambio, aquellos que habían llevado una vida siguiendo los evangelios son recibidos por toda una corte celestial.

El interior del templo os sorprenderá por la cantidad de vidrieras que contiene. La técnica de la vidriera, curiosamente, tiene origen en los artesanos musulmanes.  Las más antiguas de la catedral datan del siglo XIII. La mayoría son originales y fueron construidas entre el siglo XIII, como antes indiqué, y el XVI. Dicen que hay en su interior más metros de vidrieras (1764 metros cuadrados) que de piedra. Se dice que son las segundas más importantes, después de la catedral de Chartres en Francia. Otra curiosidad relativa a las vidrieras se encuentra en sus tonalidades. Aquellas que están situadas hacia el norte son de tonos azules y fríos, en contraposición con las del sur que son de colores más calientes. 

Hay toda una simbología en la forma de construcción y en la orientación de su planta. Los muros de piedra que sustentan las vidrieras representan la tierra, el mundo mineral. A continuación, el mundo vegetal como podéis apreciar en la imagen superior. Por encima de estas, hay escudos nobiliarios y, las más altas muestran escenas bíblicas y, por tanto, más cercanas al cielo, lógico. 

La cabecera del templo, donde se encuentra el altar mayor, está orientada al este y es el primer punto por donde entra el sol a la catedral (foto inferior).

En las catedrales hay también elementos constructivos muy característicos y con unos nombres muy curiosos y llamativos; dos de ellos son el Triforio y el Claristorio. Se encuentran en la nave central. El Triforio se sitúa justo encima de los arcos y por los que se puede, habitualmente, deambular. El claristorio es el nivel más alto y como podéis imaginar, a través de sus huecos, sus vanos, entra gran cantidad de luz al templo. 

El interior de la catedral de León se encuentra plagado de obras de arte y algunas muy curiosas, como la de la foto inferior. Se trata de una misericordia. Se encuentran en la sillería del coro. La sillería tiene asientos abatibles que al recogerse se convierten en un apoyo con altillo. En aquel entonces, las misas duraban una eternidad, nunca mejor dicho referido a una catedral. Eran larguísimas, tanto como "Lo que el viento se llevó".  Tan largo espacio de tiempo en pie debía ser todo un sufrimiento y, para ello, idearon estas cómodas sillitas altas que disimulaban muy bien que los canónigos pudieran descansar sin parecerlo. Cuando vayáis a una catedral fijaos. Además, cada una está tallada con formas diferentes, como la de la foto inferior que muestra a un jabalí tocando la gaita. ¡Tenían guasa e imaginación estos escultores!

                                                            Misericordia labrada con forma de jabalí con gaita

Otra curiosidad de la catedral y que nos lleva al imaginario colectivo, es el de la leyenda que tiene mucho que ver con las dificultades constructivas iniciales. Contaban que un topo gigante deshacía todo lo que se construía por el día. Esta leyenda se vio alimentada con un elemento colgado encima de la puerta de San Juan. Está a gran altura y se dice que es ese topo gigante al que se cazó. Investigaciones recientes han desvelado el misterio. Lo que cuelga allí, no es ese topo gigante como os podéis imaginar, se trata del caparazón de una tortuga laud. Alguien debió donarla a modo de exvoto, es decir, una ofrenda hecha en cumplimiento de una promesa o, en agradecimiento por un favor recibido del cielo. 

No os quiero aburrir, pero, se dice que por este templo da paseos nocturnos Ordoño II con su galgo y toda la corte de obispos que, similar a la Santa Compaña Gallega, lleva el nombre de La Santa Compaña Leonesa. O la tumba del hombre decapitado, un caballero, que solloza buscando su cabeza cuando la catedral se encuentra totalmente vacía de visitantes. Ese caballero, si hubiera vivido en nuestra época, habría perdido su cabeza mucho antes. Hay otra leyenda que cuenta la historia de un infante que nunca murió y que se levanta cada noche a deambular por el templo. Como veis, esto más que una catedral parece el metro de Madrid en hora punta. Podríamos hacer una estupenda conga fantasmal en la catedral, buen título para una canción pachanguera.

Bién amig@s, cuando salgáis maravillados de esta belleza escultural, no dejéis de pasaros por el famoso BARRIO HÚMEDO, que se encuentra a dos pasos y, saboreadlo en todo su sabor.

Ánimo, carretera y manta