El cameo de Rubens al estilo Hitchcock

Ya vienen los Reyes Magos caminito de Belén, olé, olé Holanda, olé, Holanda ya se ve, ya se ve, ya se ve....

Este villancico popular podría ir de la mano de este espectacular cuadro de Pedro Pablo Rubens (1577-1640), nacido en lo que eran entonces los Paises Bajos Españoles y en la actualidad Bélgica. Por aquel entonces, los Paises Bajos eran gobernados por Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II y gran admiradora de Rubens.

Este avispado artista fue extremadamente prolífico, llegando a pintar alrededor de 1500 óleos a lo largo de su vida, gracias al taller que creó en Amberes y que, un poco en plan "cadena de montaje", ver El Jardín del Edén, erán capaces de producir cuadros como churros, para la realeza europea, la iglesia, la aristocracia y las élites comerciales y culturales. Además diseñó tapices, esculturas, obras de arquitectura y elementos para ceremonias públicas, algo que también hizo el gran Leonardo. Fue un gran coleccionista y gran viajero, dominador de varios idiomas. 

Tal cantidad de cualidades no pasaron desapercibidas para Isabel Clara Eugenia, gobernadora de la región, que consiguió que fuera consejero suyo y diplomático. Llegó a tal punto su admiración por él, que solicitó a su sobrino, el rey Felipe IV, que le ennobleciera. La relación con la monarquía española fue muy estrecha y, gracias a eso, el Museo del Prado cuenta en la actualidad con, aproximádamente, 90 obras suyas.

El cuadro que podemos admirar, barroco, muestra ese aire teatral característico de este estilo. Intentando poner un toque humorístico, me recuerda la famosa escena de los Hermanos Marx, por la gran cantidad de figuras apretujadas en tan poco espacio. 

Este cuadro fue un encargo del Ayuntamiento de Amberes  que, para congraciarse con el rey español, fue regalado a la corona. Trancurridos 20 años, Rubens se trasladó a Madrid en misión diplomática y, se encontró con la sorpresa de toparse de nuevo con la obra. Decidió realizarle cambios y añadir una zona superior y otra en la parte derecha, donde se representó él mismo montado a caballo con cadena de oro y espada, todo un cameo a lo Hitchcock. Quizá quiso simbolizar su ascenso en la escala social durante el tiempo transcurrido.

Y, ......Hablando de cameos de Hitchcock, os acompaño un enlace con las 38 apariciones breves de él realizadas en sus películas. "A todos los genios les da por lo mismo".

Un saludo amig@s