Jerez de los Caballeros (Badajoz) ... la extremeña andaluza

Fijaos amigos ¡qué maravilla de torre de estilo barroco!. Sólo por verla merece la pena acercarse a Jerez de los Caballeros, aunque, esta población tiene mucho más que ver... y que contar.

Está enclavada en un entorno precioso, muy cercana a la frontera con Portugal y rodeada de cerros. Su origen está vinculado a los fenicios, ¡sí! ese pueblo eminentemente comerciante que venía del oriente mediterráneo y que, buscando riquezas, comerciaba con el mundo conocido entonces. Resultó que, navegando hasta las columnas de Hércules, en el estrecho de Gibraltar, contactaron con un pueblo, que parece de leyenda, los Tartesios,  que existieron aunque se han encontrado muy pocos vestigios, y que vivían en unas tierras muy ricas, sobre todo en metales. Es muy interesante profundizar un poco, tanto en los fenicios como en los cartagineses (fenicios que fundaron Cartago (Túnez), su famoso imperio). Pero esto será mejor que lo comentemos para otro momento.  

                                           Iglesia de San Bartolomé

El apogeo de Jerez de los Caballeros se dio en el siglo XIII. Anteriormente a este nombre, tuvo otro con menos "glamour", Jerez de Badajoz. Mucho más bonito el actual, ¡Dónde va a parar! .

Conserva un recinto amurallado de origen templario y, el perfil de la población, desde la lejanía, resulta muy atractivo. Esta villa fue tomada a los árabes reinando Alfonso IX de León en 1230 . La toma fue rápida, 1,2,3 cero.  

Si recordáis la famosa batalla de Las Navas de Tolosa de 1212, toda esa amplia zona debió de ser como "la frontera del oeste americano", salvando las distancias y las culturas. En el aquel entonces, era mucho más culta la árabe "y más higiénica".Recordad la importancia que le daban a los famosos "baños árabes" y cuyo hábito era muy criticado por los cristianos. Estaba muy mal visto en zona cristiana eso de lavarse. Yo creo que, en parte, triunfamos por guarros.  Pero, centrémonos. Las órdenes militares se hacían imprescindibles en aquel entonces y esta zona estaba gobernada por la Orden del Temple (algo así como el séptimo de caballería) y, durante  casi un siglo tuvieron toda una serie de privilegios concedidos por la Corona de Castilla, más concretamente por Fernando III, ya sabéis, el denominado "El Santo". Varón él.

Pero tanto poder acumulado despertaba mucha envidia, sobre todo por sus riquezas y...tenía que pasar. En 1312 el Papa Clemente V dictó una bula que ordenaba la disolución de esta orden por, atención..."Sacrilegio a la Cruz, herejía, sodomía y adoración a ídolos paganos". Ahí es nada. ¡Eso sí que son fake news!

Cuentan las crónicas que fueron cercados por las tropas del rey Fernando IV, apodado "El emplazado". Tiene su historia eso del emplazado que ya comentaremos en otra ocasión. De entonces nos ha quedado el nombre dado a una de las torres, "La Torre Sangrienta". Al parecer, uno a uno fueron degollados y lanzados al vacío desde esta torre y sus  almenas. Ninguno se salvó. Hay quien dice que los espíritus de esos guerreros templarios aún pasean por sus murallas en "Viernes 13".  De ahí viene el famoso Viernes 13 como sinónimo de mala suerte y día terrible. Fue un viernes 13, de 1307 en que el Rey francés Felipe IV, acuciado por las deudas, ordenó el apresamiento de 140 caballeros templarios junto con su Gran Maestre, Jacques de Molay, al cual le hizo quemar. ¡Para que luego digan de La Inquisición".

Pero volvamos a esta preciosa población.La fachada de la casa que podéis ver en la foto inferior, un poco "retocada" es donde nació el nombre más ilustre de Jerez de los Caballeros, Vasco Núñez de Balboa, primer europeo que divisó el océano Pacífico desde su lado oriental. Lo de Balboa, parece ser que le viene de su padre que vivía en el castillo de Balboa, población de El Bierzo. ¡Por cierto! Buena cerveza de castaña la que sirven allí. La vida de este aventurero es "de película". Fue de los pocos conquistadores que sabía leer y escribir. Al regreso de su primer viaje a América por parte de Cristóbal Colón, éste realizó una "reentré" al estilo Hollywood en Sevilla y Barcelona, desplegando y sacándole el máximo partido a todo aquello que se llevó. Tapires, papagayos, frutas tropicales, hombres de otra raza con vestimentas que llamaban la atención y, sobre todo, oro, no mucho, pero el suficiente para que los Reyes Católicos "picasen" y pusieran a su disposición otra flota para esta segunda expedición. Según Colón, allí en !Las Indias", había lugares en los que, con sólo escarbar, encontrabas oro en cantidad y, según él, había tanto oro que le daban más importancia allí al plomo. La verdad es que, Cristóbal Colón, como vendedor, no tenía precio. Esa búsqueda de "El Dorado" corrió como la pólvora y, por supuesto, llegó a oídos de nuestro jerezano Vasco Núñez de Balboa. Éste tomó, no "las de Villadiego", sino más bien las de "La Española", actuales Haiti y República Dominicana. Allí no tuvo mucha fortuna y quedó entrampado con una serie de acreedores siguiéndole a modo "el cobrador del frac" que no le dejaban ni a sol ni a sombra.

En estas, el rey Fernando concede al bachiller Enciso el privilegio de fundar una nueva colonia que llamará "Castilla de Oro". ¡Para qué queremos más! con ese nombre, todos aquellos que tenían acreedores deseaban salir de la isla "pies en polvorosa" y, entre ellos, nuestro amigo. Lo que pasó es que, al gobernador también se le pasó por la cabeza la misma jugarreta y dispuso que el barco fondeara en medio de la bahía. Esto no supuso ningún impedimento para Vasco Núñez de Balboa que, escondido en un cofre, en modo baúl de la Piquer, pasó a formar parte del contingente. Fue descubierto, pero, ya navegando y, la suerte hizo que, de ir a pasar a ser un polizón dejado en la primera isla por la que pasaran, gracias a encontrarse con una barcaza con 34 hombres que escapaban justamente de la población hacia la que se dirigía el buque, San Sebastián, y en que, casualidades de la vida, se encontraba dicha barcaza al mando de Francisco Pizarro, su destino hizo que su nombre sea recordado hasta el fin de los tiempos. Estos supervivientes le relatan a Enciso las penalidades por las que han pasado, tomando la decisión de volver a La Española, pero, hete aquí que, nuestro aventurero, tan buen vendedor como Colón y con gran carisma, les convence a todos para que se dirijan hacia la costa y arriben en Darien, población con mucho oro, palabra que deslumbra, e indios pacíficos. En muy poco tiempo, a Enciso le"comen la merienda" y pasa a pintar menos que el último mono". 

Gracias a su astucia, carisma y a los caciques indios con los que se va encontrando, Careta, Comagre, es llevado a un punto alto del istmo desde donde se pueden ver los dos mares, el Atlántico y, el desconocido Pacífico que, en su momento se llamó Mar del Sur o Lago Español. 

El descubrimiento del Pacífico por parte de los europeos fue algo más importante en su momento que la llegada a la luna. De aquel viaje todos los aventureros que siguieron a Vasco, volvieron con grandes riquezas, sobre todo de perlas. ¿Os suena la perla La Peregrina?, pues estaba entre las que poseía Vasco Núñez de Balboa. Esta perla, aparece en pasajes de Cervantes y Calderón, así como en cuadros de pintores tan famosos como Velázquez, ya que formó parte de las joyas de la familia real española y, también posteriormente de la inglesa.

El final de nuestro jerezano fue, como os podéis imaginar, no muy "Pacífico". Fue traicionado por su compañero de armas, Pizarro y por Pedrarias, acabando sus días en el patíbulo.

¡Hay que ver cómo me enrollo y paso de unos temas a otros!

Bueno amigos, lo principal, descubrid por vuestra cuenta esta magnífica población y disfrutad de la estupenda gastronomía de toda la zona. Ya sabéis, carretera y manta.