¡Vaya peineta que le han hecho a San Isidoro!

También en León amigos. ¡Si es que esta ciudad se lleva la palma en arquitectura a lo largo de los siglos!

La Real Colegiata Basílica de San Isidoro contiene la llamada Capilla Sixtina del Románico. Panteón Real con pinturas románicas de mitad del siglo XII. Este edificio fue construido a lo largo de los siglos XI y XII y en su origen fue un monasterio dedicado a San Pelayo, pero, el citado santo fue desplazado por otro, por mera casualidad.

 Este edificio ha pasado por múltiples vicisitudes, una de ellas, la invasión napoleónica, que utilizó el Panteón Real como almacén de paja y las tumbas como abrevaderos para sus caballos. ¡Los franceses, desde luego eran muy prácticos!

Otro hecho muy relevante sucedido en  este edificio y que he de reseñar. León es la cuna del parlamentarismo. Aquí, en San Isidoro, está constatado que se constituyó el Primer Parlamento del mundo en 1188 donde se daba representatividad al pueblo, y no en Inglaterra o Cataluña como erróneamente se ha llegado a escribir.

Pero vayamos a ese cambio de nombre fortuito. Fernando I, llamado el Magno, conde de Castilla y rey de León, buscaba restos de santos de renombre para atraer seguidores, algo similar a lo que ahora se hace con Facebook, Twitter o Instagram. En aquel entonces, la señal les llegaba algo mal por la zona, y tuvieron que acudir a otro tipo de señal que tuviera más difusión y fuerza. Este rey guerrero había tomado Mérida y amenazaba el reino Taifa de Sevilla. El rey musulmán, sabiéndose en inferioridad, para evitar el ataque, llegó a un acuerdo con el rey cristiano. A cambio del pago de las llamadas parias, es decir, un impuesto cristiano, protegería la Taifa y  no sería atacado por Fernando. ¡Una forma de proceder muy mafiosa!. La verdad es que tiene tintes mafiosos, pero, en su defensa hay que decir que este rey llegó a enfrentarse al rey cristiano de Aragón Ramiro I cuando éste tomó la plaza de Graus que pertenecía al reino Taifa de Zaragoza. ¡Por cierto! , Ramiro I , su hermanastro, fue derrotado y muerto en el enfrentamiento. ¡La pela es la pela oiga usted!.

Vayamos a esa peineta que le han hecho a San Isidoro. Justo encima, en la foto de la izquierda podéis verla. Ese elemento arquitectónico barroco, del siglo XVIII, sobre el cual cabalga raudo y veloz San Isidoro, se denomina peineta por su similitud con el ornamento para sujetar un peinado o sostener una mantilla. Se encuentra situada, justo encima de la portada románica.

Os comenté más arriba que este monasterio cambió de santo patrón por casualidad, y os comentó el por qué. El cobro de las parias, a Fernando I no le parecía suficiente y le pidió al rey de la Taifa sevillana la entrega de los huesos de la Santa Justa y, ya que estaban, de su santa hermana, Rufina. A Al-Mutádid le debieron temblar las piernas porque no tenía la más mínima idea de dónde se encontraban los restos de esas santas. No hay problema, debió de responderle el rey cristiano. Te envío a dos obispos míos que ellos tienen mucho olfato y sabrán encontrarlos. Los obispos, avispados ellos, no encontraron los huesos de Santa Justa y Rufina, pero sí los de San Isidoro y, con tan feliz hallazgo volvieron a León, donde fueron depositados, en condiciones, los huesos de San Isidoro.

 San Isidoro fue un sabio de su tiempo, obispo de Sevilla,  y uno de los grandes compiladores del saber de la época. Compuso tratados de astronomía y geografía, diálogos, enciclopedias (famosas son sus Etimologías), biografías de personas ilustres, textos teológicos, ensayos sobre el Antiguo y Nuevo Testamento, y hasta un diccionario de sinónimos. ¡Todo un portento!, No sé de dónde sacaba el tiempo. Lo malo fue, que sus textos fueron utilizados como ideas arrojadizas contra los judíos a lo largo de los siglos y ya, después de algo así, como que le desmerece tanto esfuerzo.

Volviendo al edificio, la torre que podéis apreciar en la foto se denomina la Torre del Gallo. Está situada justo encima de la muralla romana. El por qué del nombre os lo podéis imaginar. Arriba de la torre hay una veleta con forma de gallo, ¡de cajón!.

 Este gallo tiene una historia muy curiosa. Al parecer, fue uno de los presentes o regalos en el pago de las famosas parias. Esta pieza tenía un baño de oro y provenía de Persia. Los estudiosos lo han identificado porque en su interior había un panal de un tipo de abeja que se da en esa zona persa. Los cristianos la pusieron a modo de veleta en lo alto de la torre y allí se quedó durante siglos. Con la invasión napoleónica, los franceses creyeron que era de oro puro y se dedicaron a dispararle para que cayera, pero, el bravo gallo, de pelea, aguantó como un jabato. Finalmente, dada su antigüedad, fue desmontado de su emplazamiento, sustituido por una copia, y se puede observar de cerca el original, con sus agujeros de bala incluidos, en una de las salas de la torre. 

En la foto superior podéis apreciar el altar mayor y, si os fijáis, hay una urna de plata. Ahí se encuentran los restos de San Isidoro, aunque, le falta el cráneo que se encuentra en Madrid. Debió de coger el AVE antes que el resto. ¡Es que ahora se ha puesto de moda y, ya sabéis,las prisas,se le fue la cabeza con eso de "De Madrid al Cielo".

Refiriéndome a otro elemento relevante. No podéis dejar de ver otra de las piezas extraordinarias que atesora, el cáliz de doña Urraca. Se dice que es el auténtico Grial y hay textos árabes que dan cuenta de ello. Según se cuenta, también fue uno de los regalos, esta vez de la Taifa de Denia, al rey cristiano, para evitar ataques a su reino. La historia parece ser verídica y hace coincidir textos cristianos y árabes. Merece la pena conocer estos hechos. 

Puerta del Perdón   
                                                                                      

En la foto superior podéis apreciar el tímpano y las arquivoltas de la puerta románica más antigua de León, la  Puerta del Cordero. Como ya sabéis, en aquellos tiempos, la alfabetización de la población era muy escasa y, acudir al Cómic era los más eficaz para transmitir relatos. Lo mismo podéis apreciar en la Catedral de León. Pues como podéis observar, en el tímpano aparece Abraham, en el centro cogiendo a su hijo Isaac y apuñalándolo, pero sólo un poquito, y girando la cabeza hacia la izquierda al oír la voz de Dios, representado con esa gran mano, que le dice, ¡alto ahí!, no sacrifiques a tu hijo, sacrifica a este carnero que tienes delante. ¡Maldita gracia que le debió hacer al carnero ser sustituido por Isaac. A la derecha, saliendo de una tienda, aparece Sara, mujer de Abraham. Según el antiguo testamento, Sara tuvo a Isaac a la edad de 90 años. ¡Me imagino la cara de Sara al conocer su estado!.

A la izquierda de Sara aparecen dos sirvientes de Abraham, uno de ellos, fijaos, se está quitando las sandalias al entrar en terreno sagrado. El detalle y escenificación son sorprendentes.

Justo debajo del tímpano, sobre las jambas, aparecen las cabezas de dos carneros que se transforman en algo así como el título de la historia sagrada.

Otro detalle a resaltar es la representación de los signos del zodiaco a ambos lados del arco. ¡Curiosos detalles!.

Amig@s, no quiero cansaros. Vayamos a tomar unas tapas al Barrio Húmedo y descansemos un poco para seguir disfrutando de esta ciudad, León, que tiene mucho que enseñar.