Éxodo profesional de juristas americanos hacia Europa

La experiencia de los juristas estadounidenses provoca un mini-éxodo de profesionales hacia Europa para resolver conflictos transfronterizos que implican un conocimiento profundo de la legislación de EEUU.

Debido a que la aplicación de las leyes estadounidenses está extendiéndose, se produce otra situación transoceánica:un mini-éxodo de fiscales americanos a Europa, en este caso a Londres, con el objetivo de capitalizar su experiencia con la normativa de Estados Unidos.

El pasado mes de marzo, Keith Krakaur, un prestigioso abogado de delitos de guante blanco en Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom, fue uno de los últimos en preparar su mudanza, vaciar su oficina y volar con su mujer a la capital inglesa.

Krakaur comenzó su carrera como fiscal en el distrito este de Nueva York. Durante 21 años ha representado a instituciones financieras y compañías farmacéuticas. Sus clientes, entre los que se encuentra el banco francés Crédit Agricole, le habían pedido reubicarse más allá del Atlántico. Finalmente, ha terminado cediendo.

"Si echase la vista atrás ocho años, creo que no tenía ni un caso que me llevara fuera del país. Desde entonces, la gran mayoría de ellos está relacionado con asuntos internacionales de una manera u otra, como investigaciones transfronterizas que tienen un componente de aplicación del derecho de Estados Unidos", continúa.

Un puñado de bufetes americanos está dándose cuenta ahora de las oportunidades de negocio y de márketing que tienen sus expertos debido a que el Departamento de Justicia y otras autoridades están abriendo investigaciones internacionales relacionadas con temas variados, desde corrupción extranjera hasta manipulación del mercado.

Bruno Fontaine, consejero general del departamento de inversión de Crédit Agricole, asegura que tratar con las autoridades de EEUU es "algo diferente", por lo que la experiencia previa como fiscal es crucial. "Estar entre la espada y la pared, entre el regulador americano y la frontera francesa no es nada cómodo. En varias ocasiones, tengo que reconocer que he pensado que era un fastidio que Keith no estuviera aquí para que el consejo de administración escuchara ciertos asuntos explicados directamente en boca del abogado americano", asegura Fontaine.

El sector legal ha enviado abogados americanos a otros países durante muchos años. Ahora, la búsqueda de perfiles con experiencia directa representa una tendencia pequeña pero creciente, así como un nuevo giro en las puertas giratorias entre el gobierno y el sector privado.

"Los bufetes están viendo un cada vez mayor alcance del derecho de Estados Unidos, lo que implica que encuentran beneficioso tener gente sobre el terreno que tenga experiencia y que esté ligada con los procedimientos estadounidenses", asegura Jeff Lowe, responsable de selección de abogados en Major, Lindsey & Africa.

Además, Lowe afirma que está viendo interés tanto en las firmas legales como en los abogados en prepararse para dejar el gobierno y mudarse a Londres o Asia.

Kobre & Kim, una boutique americana de litigación que a menudo representa a personas envueltas en investigaciones al más alto nivel, está contratando a fiscales para trabajar en Londres, siguiendo un movimiento similar al que ya hizo hace algunos años en Hong Kong.

Algo exclusivo

Roger Burlingame dejó su trabajo como abogado asistente en el distrito este de Nueva York en 2013 y se marchó a Londres a Kobre & Kim. "El tema está entre ofrecer algo único en Londres o seguir haciendo lo mismo en Nueva York que ya hacen docenas de ayudantes de los fiscales", comenta.

Después de preguntarse si estaba cometiendo un 'suicidio' profesional yéndose a Londres, ahora no hay duda. Está tan ocupado representando a Navinder Singh Sarao, un ciudadano estadounidense que ha sido acusado por el Departamento de Justicia de manipular supuestamente el mercado cuando estalló la crisis financiera de 2010, que su compañía está a punto de anunciar el fichaje de otro fiscal.

Para Burlingame y otras personas que se animaron a cambiar, el tiempo les ha acabado dando la razón ahora que parece que los fiscales de EEUU han expandido su jurisdicción desde Wall Street hasta la City. Su apuesta, hasta ahora, se está amortizando y reconoce que está tan asentado como ya lo estaba en el sector legal en Nueva York.