Mi experiencia en beBee

Recuerdo mi primer día en beBee, simplemente apareció en mi navegador al buscar no sé qué (serían ofertas de trabajo), y pensé: “Buaah!... Otra red social más… Menudo rollo”, pero algo había distinto, la oferta era como más real, más auténtica y cercana, así que de momento sólo me registré para ir recibiendo ofertas de empleo.

Recuerdo que hice seguramente un comentario no muy afortunado, y también no entendido por algunos, acerca de la página de inicio y el enorme tarro de miel (honey pot)... No hubo ninguna mala intención os lo aseguro, simplemente me salió así... Espero no haberos molestado.

En esos días estaba acabando otro curso de informática de más de 500 horas, y estaba un poco saturado por la presión del final del curso, y todos los ejercicios y trabajos que tenía que realizar, ya que mi PC se había muerto unas semanas antes, y muchos de los trabajos se habían perdido.

Poco a poco, y siendo muy reacio al principio (lo reconozco), me fui integrando en beBee, estaba muy quemado de Facebook y el exhibicionismo casi obsesivo que muchos de los usuarios practican, así como la falta total de “personalidad” y “humanidad” de la red social, pero me decía que esta vez no era igual… Sería mejor?...

Pasado un tiempo completé mi perfil, y rápidamente comencé a seguir a diferentes usuarios, de los que muchos me devolvieron el seguimiento, y así mi muro empezó a llenarse de personas, de ideas e ilusiones.

La gente te seguía, no se hacía “amiga” tuya, no se anunciaba ni exhibía, simplemente compartía ideas y conocimientos, y aficiones e intereses contigo, y desde luego no te hacían la pelota, ya que no hay fotos personales que comentar, ni nada por el estilo, en las que decirte: “Qué guap@ estás aquí o allí”… Y eso a mí personalmente me hacía sentir bien, y desde luego me gustaba más…

Empecé a compartir “buzzs” con mis contactos del móvil, eran artículos sobre informática, y ciberseguridad, que fueron muy bien acogidos, así como las ofertas de empleo, etc.

Después de estos 2 meses más o menos que llevo por aquí, estoy realmente satisfecho, y desde luego es todo un privilegio, que gente tan relevante en sus respectivos campos profesionales, se interese por alguien tan sencillo y normal como yo, sinceramente es algo que nunca imaginé, (dada mi experiencia de vida en los últimos años), todavía no me creo que gente como el propio personal de beBee, o algun@s usuarios VIP, incluso embajadores de beBee, se interesen de una forma tan cercana por alguien como yo, para mí es algo de gran valor.

Así que seguiré por aquí todo el tiempo que pueda (que espero que sea muchísimo), deseando hacer cosas, y comunicar ideas y emociones, y por supuesto siendo una abeja más feliz cada día.

Gracias a todos mis seguidores, al personal de beBee, y a todos aquell@s que alguna me leéis o lo que sea, con más o menos interés.

Y como muestra de agradecimiento os dejo un texto del genial Mario Benedetti con el que yo me identifico totalmente:

Sabías que...?

Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo,

Que nadie establece normas salvo la vida,

Que la vida sin ciertas normas pierde forma,

Que la forma no se pierde con abrirnos,

Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,

Que no está prohibido amar,

Que también se puede odiar,

Que el odio y el amor son afectos

Que la agresión porque sí hiere mucho,

Que las heridas se cierran,

Que las puertas no deben cerrarse,

Que la mayor puerta es el afecto,

Que los afectos nos definen,

Que definirse no es remar contra la corriente,

Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja,

Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,

Que negar palabras implica abrir distancias,

Que encontrarse es muy hermoso,

Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,

Que la vida parte del sexo,

Que el “por qué” de los niños tiene un porqué,

Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad,

Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,

Que nunca está de más agradecer,

Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,

Que nadie quiere estar solo,

Que para no estar solo hay que dar,

Que para dar debimos recibir antes,

Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,

Que saber pedir no es regalarse,

Que regalarse es, en definitiva, no quererse,

Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos,

Que para que alguien “sea” hay que ayudarlo,

Que ayudar es poder alentar y apoyar,

Que adular no es ayudar,

Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara,

Que las cosas cara a cara son honestas,

Que nadie es honesto porque no roba,

Que el que roba no es ladrón por placer,

Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo,

Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,

Que se puede estar muerto en vida,

Que se siente con el cuerpo y la mente,

Que con los oídos se escucha,

Que cuesta ser sensible y no herirse,

Que herirse no es desangrarse,

Que para no ser heridos levantamos muros,

Que quien siembra muros no recoge nada,

Que casi todos somos albañiles de muros,

Que sería mejor construir puentes,

Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,

Que volver no implica retroceder,

Que retroceder también puede ser avanzar,

Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol,

¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?

                                                                                                              Mario Benedetti

Simplemente gracias beBee por tanto y tan inesperado y genial.

Fran Brizzolis