¿CUANTAS VECES LE HAS DICHO A TU HIJO QUE NO?

¿CUANTAS VECES LE HAS DICHO A TU HIJO QUE NO?

No le digas nunca que no a un niño, cuando quiera jugar contigo. No te puedes imaginar lo que duele no poder jugar con tu hijo.

Yo que tú no le diría nunca que no a tu hijo cuando te pida algo que tú crees que no necesita. No veas como duele que nunca te pida nada.

No le digas que No a tu hijo cuando te invite a bailar. Ni te imaginas lo que hiere que el mío no sepa bailar con nadie.

No le digas que no puedes a tu hijo, cuando quiera conversar contigo. Ni puedes llegar a acercarte a lo que se siente, si tu hijo no hablara.

Por eso, y por otras muchas cosas, juega con él cuando quiera jugar, cómprale cosas aunque tú creas que no la necesita, baila con él aunque no sea su cumpleaños, y sobre todo habla con él, con mas que nadie en este mundo, pues solo así te podrás ir tranquilo a la cama ese día, sabiendo que has sido un buen padre.

Comprarte unas zapatillas de tenis, no te hace tenista al igual que tener un hijo no te hace padre. Ser padre, significa, limpiar mocos, limpiar cacas, inventarte que tienes telarañas en las muñecas, y coger una pistola de agua en la batalla de pistolas de agua en la que tu hijo va ganando o perdiendo, eso es lo de menos.

Al igual que está aprendiendo a ser niño, tú debes de ir aprendiendo a ser padre. Pero para ello solo falta, paciencia, entusiasmo y unas ganas locas de estar con él. Estando simplemente a su lado, el propio proceso de tu hijo hacia la niñez te hará padre. Pero para eso hay que estar. Hay que estar a su lado.

Los niños, quieren la play 4, el último juego, el móvil cuanto antes, el ordenador gamer de sus ídolos que ahora son youtubers, esto está claro. Pero lo que está claro es que mandarían todo al carajo por estar al lado de sus padres. Cambiarían todas las play por un abrazo de su padre, y un beso de su madre. Ellos por encima de todas las cosas, quieren estar junto a los que le crearon, como Pinocho con Gepetto. NO le des más vueltas.

Les dejamos con los abuelos, o los mandamos a campamentos urbanos por necesidades del guión. De una película que hemos creados entre todos, y que hacen que los niños solo sean actores secundarios cuando son los protagonistas de la misma. Somos tan inútiles e ineptos, que desde los 4 años pasan más horas en guarderías y escuelas que a nuestro lado. Y luego todo esto nos pasa factura. Y pensamos en alto, diciendo que es que los jóvenes de ahora han perdido los valores........quizás así sea....pero al tiempo que ellos perdieron los valores, nosotros perdimos la cabeza, y no identificamos lo que realmente es importante para los niños, que es estar con ellos.

Solamente pondré un ejemplo vivido en mi propia piel. Teníamos dos coches en la unidad familiar. Estábamos convencidos de que necesitábamos esos dos coches. Que sin ellos, viviendo en Madrid, nuestra vida se derrumbaría. Pues la vida, para demostrar nuestra idiotez mas profunda, puso en la vida a unos ladronzuelos y nos lo robaron. Y de esta manera hace más de un año solamente tenemos un coche. Y sabéis lo que ha pasado: NADA. Simplemente: no lo necesitábamos. Pues así de esta manera lo hacemos con todo, con coches, con casas caras, con iPhones, con lo que creemos que es lo mejor para nuestros hijos. Y mientras estamos ocupados en conseguir todas estas cosas, unos ladronzuelos muy astutos nos está robando tiempo. El cual deberíamos de dárselo a nuestros hijos. Y así pasa la vida, rodeados de cosas absurdas, y olvidándonos de lo esencial: Estar con nuestros hijos....

Y que conste que no hablo de nadie, hablo de mi. Eso si, llega un momento que te das cuenta. Y yo me he dado. He cambiado mi vida para estar más con ellos. Así de simple.....y ¿que ha pasado? NADA.

Reflexiones de un autista