Aprender a aprender
Mi objetivo profesional es que mis estudiantes sean competentes, creativos, colaborativos, que aprendan a aprender y que se desenvuelvan exitosamente en el siglo 21.
Tengo experiencia en todos los niveles de enseñanza, desde preescolar hasta educación de adultos. Cada nivel tiene su encanto y sus desafíos. A un niño pequeño no puedes prometer y no cumplir, su talento no tiene y su interés por aprender tampoco. Educación básica es una etapa amplísima, con una capacidad de formar y de entusiasmarse con todo tipo de actividades y desafíos. Educación media es una etapa de conocimiento profundo, con aspectos fundacionales diferentes, donde el respeto y el buen humor llegan más lejos. Trabajar con adultos es un privilegio diferente, es acompañar a aquellos cuyos sueños necesitan una mano, de entendimiento, de conocimiento, de ser escuchados en sus necesidades y de recibir exactamente lo que necesitan para triunfar.
Si he aprendido algo de mis estudiantes durante los años es que cada uno es distinto, que cada uno tiene sueños diferentes y el derecho a cumplirlos. Aún aquellos que encontré confundidos buscaban un punto de referencia para salir adelante y nunca enseñarle a cualquiera de ellos cómo aprender a aprender estuvo de más.
En este camino, no hay aciertos sin errores ni alegrías sin esfuerzos, ni ganancias sin pérdidas. Como persona aspiro a ser mejor a valorar a las personas en su unicidad, a respetarles así como son. Aspiro a comprender para poder componer, a escuchar para poder envolverme en las mejores formas de aprender.