No me gusta despotricar pero...

No me gusta despotricar, pero de verdad que a veces siento que no encajo con los hondureños porque tenemos diferentes formas de sentir y pensar. Siento que nunca encajé en su mundo, de verdad que me esfuerzo mucho por hacerlo, pero nada, a pesar que una de mis dos nacionalidades es la hondureña.

De verdad que mi anhelo es crear una empresa en España lo más pronto posible o encontrar un espectacular trabajo, porque quiero que mis hijos tengan la misma infancia de ensueño que yo tuve allá.

Desde que estoy en beBee.com paso encantado compartiendo todo por aquí, vamos que la he cambiado por mi Facebook por completo, allá apenas he hecho dos publicaciones en todo el 2016 en mi cuenta personal, y a lo sumo unas 12 en mi fan page.

Para ser sincero, y como he manifestado en muchas ocasiones, beBee me ha cautivado, es de esos inexplicables amores a primera vista. Aquí me siento muy agusto, como pez en el agua. A diario encuentro temas formidables, la gente es tan maravillosa que te trata como si fueses amigo de toda la vida, y para ponerle la cereza, a alguien se le ocurrió poner en mi perfil la insignia de usuario VIP, eso ha sido que me ha motivado mucho porque es como si me estuviesen diciendo: Hey Hugo, eres muy importante para nosotros.

Pues bien ¿Por qué estoy enojado? Aquí va la razón:

Desde que tengo la insignia VIP en beBee, me he puesto a la tarea de compartir publicaciones en Twitter, Google Plus y LinkedIn con el único propósito de atraer a los hondureños a mi red social favorita. El esfuerzo ha sido titánico, pero he logrado que ahora estemos 417 usuarios de Honduras, es muy poco, y frustrante porque somos 8 millones y medio de habitantes en el país.

El pasado lunes me dije a mí mismo: Bueno, ya que no he encontrado una fórmula para atraer a mis compatriotas, voy a empezar a invitar a mis más de 1,300 contactos de Facebook escribiéndoles uno por uno a través del messenger, así puedo explicarles bien de qué se trata esta nueva red social. Las respuestas fueron tan vacías, absurdas y xenófabas que terminé tirando la toalla y decepcionándome de este país. Tuve comentarios como: Ay, ya vas con tus españoladas; primero nos robaron el oro y ahora nos quieren cambiar el facebook por eso para quién sabe qué; los españoles son muy gritones; son muy pesados, y etcétera, etcétera.

14 de 37 personas me hicieron comentarios feos de España y de la red social sin conocerla si quiera. De verdad que me ha dolido en el alma, sólo pienso en este momento: Qué gente más tonta. A mí y a mi papá, España en su momento nos dio todo desde la educación hasta gente solidaria, amable, divertida, siempre nos tomaban en cuenta en todo y nunca nos sentimos como extranjeros, de hecho, nunca me dijeron algo como: El hondureño, jamás. Siempre fui Hugo mi amigo, Hugo mi vecino y Hugo mi compañero.

Menuda decepción la que me he llevado hoy, pero bueno, al mal tiempo, buena cara.