Cada dificultad es un trampolín que nos impulsa.

Emprender no es fácil, y sin duda es un camino de curvas. Trabajar para una Startup es muy emocionante, pero también hay que estar preparado. El que no sea apto para emociones fuertes, mejor que busque la paz y tranquilidad de una gran empresa del Ibex35, que si por ejemplo dejas de pagar la luz, te la cortan, es decir que el cliente paga o paga, que tienen un negocio estable desde hace más de 50 años, sea el servicio mejor o peor. Eso sí, siempre te quedará la opción de irte a la competencia, con un poco de suerte, será algo mejor.

Cuando en el emprendimiento hay rectas, todo es buen clima y sintonía entre los equipos. Cuando hay curvas o crisis - situaciones de cambio - , es cuando surgen las dificultades extremas en los equipos y cuando se ven las verdaderas actitudes de los mismos. Las personas, más o menos influídas por otras, suelen tener dos posiciones: 1.- la positiva, 2.- la negativa.

Cuando se cambian las políticas, la orientación, o un mensaje de una empresa, un proyecto, un producto, un servicio:

El negativo piensa, ya está la empresa dando bandazos. El positivo piensa: se está pivotando, se está intentado encontrar el camino más adecuado.

Cuando se recortan costes, y en la mayoría de los casos, supone prescindir de personas en las empresas:

El negativo piensa, "nos van a echar a todos, la empresa va a quebrar". El positivo por contrario, piensa "se están haciendo recortes necesarios para asegurar el éxito de la empresa".

El negativo piensa, "como me van a prescindir de mí, trabajo lo justo". El positivo sin embargo piensa " voy a demostrar que soy importante para la empresa".

El negativo piensa, "los compañeros que ven bien los cambios se equivocan, solo saben seguir las decisiones de la dirección". El positivo piensa, "la empresa me ha dado oportunidades, en los momentos difíciles, estoy para lo que se necesite".

La palabra "crisis" viene del griego "punto de ruptura". Cuando hay CRISIS, siempre hay oportunidades. Donde muchos ven problemas, otros muchos ven solo oportunidades. La crisis es el momento en que la rutina ha dejado de servirnos como guía y necesitamos optar por un camino y renunciar a otro. Las crisis nos ayudan a esforzarnos, a ser mucho mejores y a sacarnos de la zona de confort. El tiempo de la crisis es el de la decisión, la inteligencia y la valentía.

Cada crisis una nueva oportunidad

Lo importante es poder enfrentarnos al cambio con energía y optimismo, comprendiendo que tenemos suficiente capacidad como para tener alternativas.

Albert Einstein, además de ser un científico del que todo el mundo conoce su nombre , nos dejó reflexiones muy interesantes, dignas de mención. Él habla de la crisis como una oportunidad, como una “bendición” que puede sucederle a personas, a organizaciones o a países porque trae consigo progresos. Explica que los grandes descubrimientos y estrategias surgen de las crisis… “Quien supera la crisis se supera a si mismo sin quedar superado”.

La cuestión y lo bueno es que SIEMPRE después de las curvas vienen rectas. Hay un refrán muy sabio que dice "no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista". Es decir, que cuando las empresas pasan un proceso de CRISIS, si las empresas sobreviven, las empresas están mucho más fuertes y sólidas que nunca. 

Superar la crisis

Cada quien manifiesta sus malestares internos de distintas maneras, aunque es frecuente sentirnos nostálgicos, desinteresados, tristes o agotados. A pesar del cansancio, se debe comprender que “ninguna dificultad puede resolverse con actitud negativa echando la culpa a otros”. La voluntad es fundamental para superar estas situaciones. Es necesario que pongamos todo el interés de nuestra parte para aprender de cada situación. 

Si esta es la actitud con la que encaramos la vida - la de superar con positivismo los obstáculos -, cada dificultad no será más que un “trampolín” que podrá impulsarnos tan alto como seamos capaces de imaginar.

Yo veo oportunidades por todos los lados :-)