Cremas antiedad para hombres

El frío, el viento, el sol, la lluvia o incluso la contaminación son sólo algunos de los factores externos que nos podemos encontrar todos los días al salir a la calle. Y es que aunque parezca mentira la piel es un reflejo de nuestro estado de salud y eso se nota con el efecto que dejan elementos como la lluvia, el sol o el frío en nuestro rostro. Pero, no te preocupes, no hay mejor defensa que un buen ataque y el ataque no es otra cosa que el uso de cremas antiedad para hombres.

Da igual que tengas 20, 30, 40 o incluso 50 y 60 años, las cremas antiedad para hombres no sólo ayudan a evitar la aparición de arrugas, sino también en la defensa de los efectos negativos que tienen los agentes externos en nuestro rostro y piel. Espera, ¿todavía no conoces qué puede pasarle a nuestra piel sin protección?

Lo primero de todo es entender que la piel y el rostro son dos de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo y necesitan de un cuidado especial para su mantenimiento diario. Y es que no todo es estar en buena forma y comer de forma saludable, la hidratación de la piel, en especial, cara y rostro es más importante de lo que parece.

A continuación, te indicamos los efectos negativos que tienen elementos tan cotidianos e inofensivos como la lluvia o el frío en nuestra cara:

• El sol, los rayos del astro rey son una de las principales causas de que aparezcan las temidas arrugas, además de ser una de las mayores fuentes de radicales libres.
• Aunque parezca mentira, el mal estado del aire de nuestras ciudades o la contaminación ambiental afecta al estado de salud de nuestra piel. Esto se debe a la exposición a minúsculas partículas de polvo, barro, arena, entre otros, que pueden provocar irritaciones en nuestro cutis, sequedad del rostro, manchas y la tan temida pérdida de luminosidad. En resumen, una cara blanca y sin color.
• Aspereza de la piel. Afeitarnos a diario nos afecta al dejar la piel más sensible, sin embargo, los agentes externos, en especial, temperaturas extremas de calor y frío también nos afectan a la aspereza de la piel. Esto es debido a que la piel que se afeita a menudo tiende a envejecer de forma más rápida.
• Sequedad, en especial, a consecuencia de los cambios de temperatura que sufre nuestra piel en invierno al entrar y salir de recintos cerrados con aire acondicionado, o incluso al ir de la casa al trabajo y el coche y usar la calefacción.