UB-65 (Ficción Revisada)

Miedo   Angustia por un riesgo o daño real o imaginario.
Terror   Miedo muy intenso.
Pánico  Dicho del miedo o del terror, extremado o muy intenso, y que a menudo es colectivo y contagioso.RAE.

Los tres se dan en esta historia.

El miedo es algo muy natural, sobre todo si tu misión es meterte en un reducido recipiente de metal, salir al mar y sumergirte dentro de el. 

Esa sensación se acrecienta con el paso de los acontecimientos, se convierte en terror. 

Esos dos pasos ya los tenia la tripulación antes incluso de que el UB-65 tocara el agua salada del mar. El pánico fue la esencia de aquel submarino.

En un rancho, en las cercanías de Denver (Colorado) unas manos firmes a pesar de la edad introducen un manuscrito en un sobre...

Todo buen oficial debe fumar en pipa.

A diferencia de la tripulación (si exceptuamos a los oficiales de carrera) me gusta el mar, a pesar de que nací muy cerca de Berlín, mis sueños de pequeño iban hacia el mar, me veía en el timón de un gran velero surcando los océanos. 

La guerra es una desgracia, algo inútil de lo que se aprovechan unos cuantos a costa de otros muchos. Sin embargo en aquellos días vi la gran guerra como mi oportunidad, me aliste a la Marina Imperial Alemana.

Al llegar a puerto los comentarios acerca del submarino corrían por todas partes. En la fabricación del casco una viga aparentemente bien fijada y asegurada se soltó encima de dos trabajadores. 

Lo que me parecía curioso era ver las miradas de los empleados del astillero, al preguntar por el UB-65 me miraban como si vieran a un muerto andando.

Los preparativos para hacerlo operativo continuaron y llegaron las "pruebas de mar" Al poco de salir una explosión nos alarmó, parecía venir de la sala de maquinas. Llegué y con otros compañeros Intentamos abrir la puerta de acceso a la sala de baterías, gastamos todas las fuerzas, mientras el sumergible ascendía lentamente a superficie. 

Agotados, fuimos sustituidos y al primer intento de los compañeros la puerta se abrió casi sin hacer fuerza. Lamentablemente los tres marineros estaban muertos. Se inicio así la larga carrera de sucesos que viví en el UB 65.

Completada la tripulación con tres nuevos "voluntarios" partimos a completar las "pruebas de mar" esta vez en flotilla. Creo que todos buscaban olvidar los acontecimientos y las habladurías, nos animó la visión de los otros cuatro sumergibles en formación. Pasaron las horas y una tempestad empezó a abrazarnos. Desde el puente el capitán dio orden de sellar las escotillas para que no penetrara el agua, la misión fue encomendada a un suboficial experimentado. 

¿Que lleva a un hombre a lanzarse por la popa junto a las hélices? Aquella media carrera y el salto, es de esas cosas que se quedan en la mente, para toda la vida.

Nos aproximamos a la zona de pruebas con la perdida del suboficial en el pensamiento. El ejercicio era una prueba de inmersión a 10 metros de profundidad. Las ordenes se iban repitiendo, el submarino inclino su proa suavemente, sinceramente mucho más suave de lo normal. A los nueve metros el Capitán ordeno estabilizar el buque... no obedeció, como si de una piedra se tratara lenta pero inexorablemente inició su camino hacia el fondo que afortunadamente se encontraba a 30 metros. Un golpe, la estabilidad a la fuerza y un chirriar de metal nos recibió en el lecho marino. las comprobaciones  para entender lo que había ocurrido se iniciaron de inmediato. Las caras, esas caras llenas de terror perecían decir, ya nos tiene, ya somos suyos. No existían motivos, estábamos abajo por algo ajeno a la lógica. El golpe y la presión habían dañado la nave, una filtración inutilizó las baterías y nuestras reservas de oxigeno bajaron hasta el limite. Pasaron 12 horas, el que cree reza, el que no cree empieza a pensárselo, yo sin aire no puedo pensar, en nada, no tengo a nadie esperando, no creo en nada.

Al limite, sin tocar nada se escucha un ruido y empezamos a emerger, no existen palabras que expliquen lo que es notar el aire en los pulmones después de esa experiencia, no existen. En superficie rumbo al puerto de Brujas, dictamen de la Marina, leves desperfectos, el buque no tiene fallos, está perfectamente operativo.

Se aprovisiona y se procede a cargar los torpedos. Las cervezas llenaban la mesa, no se con certeza las que había bebido, las risas intentaban tapar los pensamientos que los cinco marineros del UB 65 teníamos. Al oír la explosión los cinco nos miramos, si. Sabíamos de donde procedía, no necesitábamos salir fuera, prácticamente estábamos solos en aquel momento dentro del bar. Silencio.

Tal vez los nervios influyeron, si, debía ser eso, los nervios se llevaron a siete compañeros y al segundo oficial, los nervios hicieron que aquel torpedo reventara. 

Una vez ocurrida la tragedia, el aspecto positivo es que se debía arreglar aquel agujero tremendo, días de tregua.

No recuerdo el día concreto, desde luego fue después del incidente del torpedo, el sueño placido desapareció, el insomnio vino a mi vida y lo hizo para quedarse. Lo malo de no dormir es que te anima a pensar y eso, en aquellas circunstancias no es bueno. Encontré la manera de evitar pensar en, ya sabes que. Largos paseos a caballo en las llanuras de América. Así escapaba yo de la trampa mental.

Parecía que todo se había calmado, las pruebas se sucedían sin incidentes. Pensé que eran cosas mías, un resplandor una sensación fría, un viento propio de superficie estando en el agujero del escusado. Destemplado eso es lo que me pasa, falta de sueño. Me acerqué al alboroto, el marinero de guardia con la cara desencajada hablaba del espectro del segundo oficial en la proa, la cosa iba tomando tal dimensión que fue relevado y medicado. Aquella noche horas más tarde hablé con el, "te lo juro, con los brazos cruzados en proa, atravesándole las olas, con un resplandor alrededor y una mueca de risa en su cara" Al llegar a puerto, aquel marinero desertó, espero que la vida le trate bien y que los papeles que falsifiqué sean realmente buenos. No miento si digo que tal vez le salve la vida. Hubiera sido de los invadidos por el pánico en los acontecimientos que pasaron a los pocos días.

Continuación 

Según la Marina Imperial, nunca ocurrieron estos hechos. Sin embargo la información y el final del UB-65 parecen indicar lo contrario. He realizado una versión ficticia de una leyenda, recogiendo diferente información aportada y añadiendo de mi cosecha. 

Imagenes  http://www.crime-mystery.info

Fuentes:

http://nonsei2gm.blogspot.com.es/2014/04/ub-65-la-leyenda-del-submarino-maldito.html

http://www.elsnorkel.com/2003/06/u-65-un-submarino-maldito.html

https://www.elpensante.com/u-65-el-submarino-maldito/

http://uboat.net/wwi/boats/index.html?boat=UB+65