Basta! Aunque lo sepan mis tías.

Es que...de verdad... ya basta! Cuando no es uno, es el otro, una o la otra. Y el efecto es el mismo! Ni siquiera decir: por favor, podrías parar ya? sirve de nada.

Hablemos con franqueza.

En esta vida hay que ser amable, ser educado y decir “con permiso” para poder pasar entre dos gentes que están charlando. No? Muy bien, vamos a tomar esto como ejemplo. 

Dos personas están hablando, por lo tanto conviviendo, o viviendo juntos un momento particular. Y tú quieres pasar, tienes que pasar prácticamente por en medio. ¿Cuántas opciones para pasar por ahí tienes? Aparentemente es una. 

–Con permiso...

–Pase usted...

–Gracias!

Si? De verdad? NO! No es cierto! 

Por qué? Porque cuando uno pasa por ahí, uno deja huella, uno se entromete por un momento en el transcurso de la vida, uno interrumpe!

Y es que hay maneras de interrumpir!! Verdad?

Pues ahí está el problema! 

Mis tías decían que uno no debe interrumpir a otros mientras están hablando. “Es de mala educación!” (Imagínate sus caras estiradas, muy propias, con las cejas hasta la luna!)

Mmmmmmm... interrumpir... 

Yo quiero interrumpir a todo el que se deje! No me importa de lo que estén hablando, ni lo que estén haciendo, y ni siquiera pensaría en que mis pobres tías se volverían a morir y esta vez de pura vergüenza! No.Me.Importa!

Porque quiero interrumpir tu vida para regalarte una sonrisa. Para darte amor. Ternura. Amistad. Comprensión. Cariño.

Para hacerte sentir importante, que se te escucha y que tienes un enorme valor para alguien!

Porque para mí lo tienes.

Tú y yo somos amigos. No importa si estamos cerca, si nos vemos las caras, o si estamos lejos! Eso no influye en nada.

Para mí tu eres importante. Tu felicidad es un pedacito de la mía. Y yo quiero que seas feliz. Quiero que cuando te mires al espejo, sonrías. Quiero que nunca olvides que TÚ ERES TU MEJOR AMIGO!!

Porque nadie te conoce tan bien como te conoces tú mismo. Nadie podría decir qué sientes cuando te comes un pedacito de chocolate y se derrite en tu boca... y sientes rico! Verdad?

Tú tienes tu propio mundo, tu propio universo. Ese precioso lugar que sólo tú habitas.

De ahí, de ti, en ti, es donde está lo mejor de ti mismo!

Cuando sonríes, en tu universo brillan más las estrellas. Cuando te ríes a carcajadas hay luz en las dos caras de la luna. No hay Sol que iguale tu luz y tu brillo. La vida que existe ahí, en toda esa inmensidad, eres tú. Si, tú!

En la vida, hay muchos momentos de luz y resplandor. Hay otros que eclipsan. Y a veces, muy de vez en cuando, en todo un universo se hace de noche. Y hace frío, no hay Sol.

Hasta que algo o alguien viene y te interrumpe, interrumpe tus días, interrumpe tu vida. Se entromete! Y te hace ver luz donde no la había. Te hace sonreír y las estrellas vuelven a brillar! Te hace reír a carcajadas, y hay luz en las dos caras de la luna!

Lindo, verdad?

Lo siento mucho por mis tías, pero tenemos que decir basta! No más días de oscuridad o luz a medias. Si no para ti, para alguien más. 

Tenemos que regalarle a los demás momentos de placer. De ese placer que da la existencia. El simple hecho de estar aquí, ahora, compartiendo este espacio.  De imaginarme tu sonrisa, porque sabes muy bien a qué me refiero.

Olvídate de los buenos modales y las viejas costumbres. Vive! Sonríe! Ama! Deja a un lado los horarios y el trabajo y vete a tomar un helado, un café, camina por el parque... interrumpe tu vida! Date un gusto. Llámale. Dile que la quieres. Dile que lo adoras. Dile que los recuerdas con cariño. Que vengan a casa el domingo. Que quieres verlos. Que los llevas en el corazón.

Habla, di, interrumpe!

Y sé feliz. 

Yo te quiero, y mucho.