Tipos y usos de los productos abrasivos

La finalidad de todos estos productos abrasivos es muy diversa, para sintetizar mejor vamos a realizar una lista con los usos más comunes.

• Afilado: Desde cuchillos como los que tenemos en casa, hasta grandes máquinas industriales, el afilado es una técnica muy usada en todo tipo de situaciones. Para realizarlo hay que ejercer una fricción sobre el producto mediante, por ejemplo, discos de láminas para el lijado.
• Corte: uno de los usos más comunes y que se realizan con maquinaria electroportátil. Será necesario adquirir los discos de corte que mejor se adecuen a los materiales que queremos cortar. 
• Desbaste: Con este tipo de productos abrasivos podremos aplanar un cordón de soldadura o preparar una chapa para el pintado. Lo más común es utilizar un disco con una amoladora a la hora de realizar esta labor, pero también existen otros métodos.
• Lijado: el lijado de un material como puede ser la madera, el acero o el plástico. Dependiendo del material a lijar será importante acertar el material abrasivo con el cual vamos a lijar, ya que si usamos un material demasiado grueso o duro, podríamos llegar a quemar la superficie del objeto.
• Pulido: ¿Quién no se acuerda de la fantástica escena de Karate Kid donde el maestro enseña a su aprendiz a pulir su coche? Muchas veces se usan pastas para el pulido que se pueden aplicar con un simple trapo, con el que conseguiremos un acabado y brillo profesional.