Consejos para retomar la actividad física

¿Cuántas veces uno de los propósitos de año nuevo es retomar (o comenzar) la actividad física? Tras el verano, muchos abandonan su rutina de ejercicios y se proponen retomarla con la llegada del nuevo año. La época estival está a la vuelta de la esquina y es en estos meses donde la gran mayoría cree que es buen momento retomar la actividad física. Ahora bien, la vuelta a la rutina después de tantos meses no resulta nada sencilla. A continuación, veremos una serie de consejos que te serán de utilidad si quieres ganarle a la pereza.

Regularidad antes que intensidad

La vuelta al ejercicio si llevas tiempo sin realizarlo de manera regular puede ser muy costosa, tu asistencia al gimnasio debe producirse poco a poco. No puedes pretender llevar semanas o meses sin realizar ejercicio y rendir al máximo nivel 7 días a la semana. Empieza con calma y aumenta la intensidad y frecuencia de tus sesiones de manera progresiva. Tampoco se trata de ir una vez a la semana durante el primer mes, sino de escuchar lo que te pide tu cuerpo, teniendo en cuenta que un correcto descanso es de vital importancia.

Prueba cosas nuevas

Atrás han quedado aquellos años en los que ir al gimnasio era entrar en una sala repleta de máquinas y mancuernas para ejercitarse en silencio, hoy en día contamos con un gran número de clases entre las que elegir: GAP, body combat, body pump, spinning, zumba… Si eres de esas personas que se aburren con una rutina individual, puede que las clases en grupo sean la mejor solución para ti. Lo recomendable en estos casos es ir probando hasta encontrar con la actividad que te divierta y ponga a tono tu cuerpo al mismo tiempo.

Mejor en compañía

A veces cometemos el error de pensar que no nos gusta ir a entrenar, cuando la realidad es que lo que no nos gusta es hacerlo en solitario. La época en la que menos pereza tenía para ir al gimnasio fue aquella en la que iba acompañada de mi hermano. Independientemente de que una vez dentro cada uno realizara una rutina diferente, el simple hecho de tener otra persona con la que ir hasta el centro era un aliciente para no abandonar el ejercicio.

Que el ejercicio no sea una obligación

En el momento en que asociamos el ejercicio con una obligación estamos un paso más cerca de que se convierta en algo que no nos gusta y hacemos sin ganas. El ejercicio debe realizarse porque queremos conseguir algo: vernos mejor, sentirnos mejor, mantenernos en forma… Únicamente lo disfrutarás si es algo que ‘quieres’ hacer con un objetivo, no algo que ‘debes’ hacer.

Si has seguido estos consejos (y otros muchos que circulan por Internet) y ninguno consigue que vuelvas a incluir el ejercicio dentro de tu rutina, puede que la mejor opción para ti sea contar con la ayuda de un entrenador personal. A diferencia de asistir a un gimnasio por tu cuenta, cuando contratas a un entrenador personal tienes una cita con una persona que te motivará y estará contigo en todo momento durante el ejercicio. Además, sabrá marcarte la rutina ideal para tu cuerpo y tus objetivos. Actualmente existen algunos centros de este tipo que también ofrecen servicio de entrenador personal a domicilio, llevan su propio kit de entrenamiento para que entrenes en casa con un equipo profesional.

Y tú, ¿has probado alguno de estos consejos para volver al gimnasio y vencer la pereza?