La industria de la moda post COVID-19

Los cambios en nuestra forma de vestir a lo largo del tiempo han sido muchos, aunque de entre ellos destacan los que se han venido dando en este último siglo debido, en parte, a guerras, movimientos culturales y enfermedades.

Las Guerras Mundiales, el empoderamiento de la mujer y la gripa española de 1918, han traído consigo nuevas ideas en la confección de ropa (durabilidad, comodidad en las prendas femeninas y tejidos fáciles de lavar), trayendo consigo las nociones de calidad y practicidad que, aunadas al estilo en el vestir, deberían estar siempre presentes en la moda y que, ante el panorama actual de la emergencia sanitaria por el COVID-19, cobran aún mayor relevancia.

La moda vuelve, pero muy diferente

Tras una larga temporada de cuarentena, la reapertura de los diversos negocios de venta de ropa está muy cerca, por lo que se espera que la industria de la moda pueda reactivarse aun con los grandes estragos a su actividad comercial y ganancias, dejando a varios negocios con una sobreoferta de blusas, camisas, pantalones, vestidos y todo tipo de prendas debido a la abrupta disminución en las ventas.

Este trago amargo, no obstante, ha sido útil para que varios empresarios de este sector reflexionen acerca del destino de la moda y los retos que deben afrontarse para satisfacer mejor las necesidades de los consumidores, quienes –como todos nosotros— también han cambiado en cuanto a lo que buscan en el vestido y el servicio de los almacenes de ropa.

Así, la tendencia actual apunta hacia la fabricación de vestimenta con mayor durabilidad y la venta multicanal que permita acercar estos productos a través de internet y no sólo en los puntos de venta, una apuesta a la comodidad sobre el glamour y un enfoque hacia la utilidad de la ropa como modo de expresión en esta época de desastre mundial.

Con una colección primavera-verano prácticamente perdida, lo importante en este momento no son, de cualquier manera, las grandes ofertas que habrá ahora que se reaperturen las tiendas, sino lo que se avecina en las nuevas producciones, que traerán consigo cambios en la confección e implementación de medidas de seguridad en las tiendas.

En este sentido, se espera que las ventas por internet vayan en aumento y que se diversifique los servicios online, además de que la calidad de las prendas sea mejor para tener que adquirirla menos seguido y que en las tiendas se apliquen diversas medidas de seguridad para evitar contagios, como el uso de cubrebocas de tela, desinfectante de manos a la entrada, sanitización constante de probadores y ropa, entre otras estrategias que, sin duda, harán que nuestra experiencia al ir de shopping sea muy distinta a la de antes.