¿Y si el cheque del seguro no llega? Reflexiones en torno a las aseguradoras

Parecerá un cliché de lo más redundante, una frase sacada directamente del catálogo de situaciones clásicas a los que recurre un escritor de caricatura o de una comedia de situación, el caso es que el seguro no paga. La aseguradora ha decidido no cubrir el pago por un choque en el auto, aun cuando la póliza que se había pagado puntualmente amparaba el siniestro… y ahora pienso que los siniestros son ellos, pero ¿por qué?

Uno puede pensar en mil y un razones, sobre todo asumiendo que la razón de la existencia misma de las aseguradoras es darle certeza financiera, emocional y hasta jurídica a una amplísima variedad de situaciones que tanto usted como yo enfrentamos, desde la vida misma, el choque de un carro, el desperfecto de un rincón de la casa, la pérdida de un objeto valioso o incluso la pérdida del trabajo. Ese mundo abstracto de las finanzas y los actuarios, una actividad de lenguaje casi esotérico, tiene como propósito darnos la seguridad (valga la redundancia), de que tenemos recursos para enfrentar una adversidad, pero bajo ciertas reglas del cómo, cuándo y dónde aplica la cobertura de la póliza a la cual nos amparamos.

Muchas veces la razón radica en cuestiones técnicas de la cobertura, detalles que pasamos desapercibidos en las cláusulas y que eximen a la aseguradora de cubrir los daños sobre tal o cual cosa argumentando la imprudencia o la mala fe de un acto que nos llevó a la situación del supuesto del seguro.

En otras ocasiones, el detalle del pago que nunca llega puede recaer en que los pagos de la póliza no se efectuaron a tiempo o bien, los papeles se intercambian y la aseguradora dice que simplemente el cliente no paga y, por tanto, no hay obligación a cumplir.

Si después de reflexionar prudentemente en su caso y saber con confianza que usted no cumple alguno de los supuestos señalados con anterioridad, entonces puede recurrir al auxilio de los órganos públicos correspondientes, en el caso de México está la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF, para mayor referencia).

Ahora, antes de tener que llegar a la conclusión tristísima de que el seguro no paga, no está de más acudir órganos como la CONDUSEF en busca de asesoría ya sea a través de sus oficinas o de sus medios de difusión como revistas de orientación o redes sociales.

Adelantándoles los muchos consejos que pueden darles antes de contratar un seguro, puedo decirles que siempre deben tener claro qué cosa quieres proteger, a qué costo y en qué tiempo, ya que de nada servirá un seguro relativamente barato, pagadero a muchos años y que protege a tu auto de una lluvia de meteoritos, pero no de un choque común y corriente.